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Los "viceministros" de Exteriores, Defensa
y Comercio viajaron la semana pasada a Washington
Miguel González - Madrid
EL PAís | España - 07-04-2003
Aunque la guerra todavía no ha terminado,
el Gobierno español ya ha iniciado negociaciones con la Administración
de Bush sobre su participación política, militar y
económica en la reconstrucción de Irak. Estas negociaciones
son similares a las que mantiene EE UU con otros países,
con la diferencia de que el Ejecutivo español las oculta
a la opinión pública. La semana pasada viajó
en secreto a Washington una delegación oficial de alto nivel,
encabezada por los secretarios de Estado de Asuntos Exteriores,
Ramón Gil-Casares; Defensa, Fernando Díez Moreno,
y Comercio, Juan Costa.
La presencia de tres secretarios de Estado, equivalentes
a viceministros, al frente de la delegación evidencia la
importancia que el Gobierno español atribuye a la visita,
pese a lo cual no dio información alguna de la misma. Todos
son, además, de la máxima confianza de Aznar y cubren
la triple faceta política, militar y económica de
la negociaciación.
Ramón Gil-Casares, número dos de Asuntos
Exteriores, fue durante la anterior legislatura director del Departamento
de Internacional y Defensa de Presidencia del Gobierno. Fernando
Díez Moreno, principal colaborador del ministro Federico
Trillo-Figueroa, fue anteriormente subsecretario del Ministerio
de Economía y Hacienda. Juan Costa, secretario de Estado
de Comercio y Turismo, ocupó hasta las últimas elecciones
generales la Secretaría de Estado de Hacienda y es el único
de los tres que pertenece al Comité Ejecutivo del PP.
La delegación española mantuvo conversaciones
con altos cargos de los departamentos de Estado, Defensa y Tesoro,
que mostraron, según las fuentes consultadas, una actitud
"muy favorable" al protagonismo de España en el
Irak post-Sadam.
Fuentes oficiales estadounidenses se limitaron a
señalar que se han producido "múltiples contactos"
con el Gobierno de Madrid y que "habá oportunidades
[de negocio] para las empresas españoolas en este contexto".
Las fuentes consultadas indicaron que EE UU está
agradecido por el apoyo sin fisuras que Aznar ha dado desde el primer
momento al presidente Bush y que las compañías españolas
serán "bien acogidas"; al contrario que las de
Francia, Alemania, Rusia y Siria, a las que la Cámara de
Representantes ha decidido vetar en una resolución que no
tiene carácter vinculante.
Una primera "oportunidad", según
las mismas fuentes, esá en los 1.900 millones de dólares
que maneja la Agencia Federal para el Desarrollo Internacional (USAID).
Hasta ahora, los contratos de USAID, como el de reconstrucció
del puerto de Um Qasr por 4,8 millones de dólares, han sido
adjudicados a empresas de EE UU sin concurso público. Andrew
Natsios, administrador de la agencia, argumentó que estas
obras las pagan los contribuyentes estadounidenses, quienes "quieren
ver que sus impuestos sostienen el empleo en EE UU", y que
no es fácil encontrar firmas que ofrezcan sufientes garantías
y experiencia. No obstante, agregó que hasta el 50% del importe
de las obras puede ser subcontratado con compañías
extranjeras.
La USAID tiene pendientes de adjudicar los contratos
relativos a la reconstrucción de aeropuertos, red eléctrica,
telecomunicaciones, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Entre
las empresas preseleccionadas figuran algunas con vinculaciones
en España, como Bechtel, de cuya filal española fue
directivo el actual presidente de Correos y ex subsecretario del
Ministerio de Fomento, Víctor Calvo-Sotelo.
El Gobierno ha evitado hasta ahora aludir a la participación
de empresas españolas en la reconstrucció de Irak.
"Nadie ha reservado a España, ni a ningú otro
país, un papel en la postguerra", declaró el
viernes la ministra de Exteriores, Ana Palacio.
Sin embargo, su homólogo australiano, Alexander
Dwoner, viajó el pasado lunes a Washington para, entre otros
objetivos declarados, promocionar a las empresas de su país.
El embajador estadounidense en Sofia, James Pardew, se reunió
con empresarios búlgaros para explicarles las posibilidades
de negocio en Irak. Responsables del Gobierno británico informarán
el próximo jueves a más de 80 empresas interesadas
en la reconstrucción. Estos tres países, como España,
forman parte de la coalición liderada por EE UU.
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