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CAIN nº 10 Mar. / Abr.'99
«No es obligación de las personas
dedicarse a la erradicación de
mal alguno, pero sí prestar su apoyo.»
Henry David Thoreau (1817-1862)
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INDICE
Serra advierte de que España ha
de aumentar sus gastos militares ante la integración europea.
Especial: 10 años de
Insumisión-30 años de desobediencia.
Dictadura franquista - primeros
objetores.
"Democracia" :
creación del MOC.
Gobiernos socialistas - inicio
de la Insumisión.
La represión
PP - Ejército profesional
- Insumisión en los Cuarteles: seguimos desobedeciendo.
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SERRA ADVIERTE
DE QUE ESPAÑA HA DE AUMENTAR SUS GASTOS MILITARES ANTE LA
INTEGRACIÓN EUROPEA
Transcribimos a continuación un fragmento
de un artículo aparecido en el diario Ideal del 17-1-99. El entrecomillado
es nuestro. Ciertamente casi no necesita comentarios.
Serra advierte de que España ha de
aumentar sus gastos militares ante la integración europea
El ministro cree que «pensar que España
ya no afronta riesgos es una idea estúpida» COLPISA
MADRID
Eduardo Serra, ministro de Defensa, es un firme defensor
de la necesidad de aumentar los gastos militares, algo que será
además inevitable una vez se consolide el proceso de integración
europea en materia de seguridad. Serra reconoció en 'Los desayunos
de Colpisa' que incrementar el presupuesto de su departamento no
será popular, pero pidió a la sociedad que sea consciente de los
muchos peligros que todavía nos acechan. «Somos el país de la Alianza
Atlántica que menos se gasta en defensa, con diferencia», señaló
Serra. El titular de Defensa apuntó que el proceso de integración
en «la comunidad de vecinos» que es Europa exigirá en breve «que
las cuotas sean iguales» y «alguien acabará proponiendo un plan
de convergencia en materia de seguridad y defensa para Europa».
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ya
ha avanzado que, llegado ese momento, España asumirá su parte. Para
Eduardo Serra, ese aumento de la inversión en Defensa es necesario.
«Estados Unidos quiere reducir su presencia en Europa y está pensando
que hay tres países -Alemania, Reino Unido y España- que deben tomar
el relevo, y a mí no me disgusta que me metan en el grupo con ellos».
Además, insistió en que esa inversión será «del todo rentable desde
el punto de vista industrial y político. La inversión en defensa
es la que da más dividendos». Pese a las carencias, el ministro
reconoció que está encantado con el reparto de oficiales con mando
en la estructura militar de la OTAN que ha conseguido España, muy
similar a la de Italia. El aumento de los gastos militares «es muy
impopular, pero una cosa es que sea impopular y otra es que sea
malo». Serra consideró necesario que la sociedad adquiera conciencia
de que todavía hoy existen riesgos que prevenir y amenazas que combatir,
«como que llegue una ogiva nuclear o bacteriológica a cualquier
ciudad española, y para evitarlo hay que construir unas defensas».
Y añadió que otra manera de vencer recelos al aumento de los gastos
militares es preguntar a los españoles si les merece la pena defender
lo que son. «Si creen que este país es una porquería iremos mal,
pero cuando empiezas a saber lo que vales, que de los 200 países
del mundo estamos entre los siete u ocho primeros, la sociedad empieza
a ser consciente de que eso puede estar en peligro, que mañana un
problema en una zona aparentemente lejana puede dejar sin recursos
esenciales a media España, con la gente pasando hambre, y es cuando
la Defensa empieza a cobrar un nuevo valor».
TRANQUILIDAD ESTÚPIDA
Tras señalar que, hoy en día, un pequeño grupo terrorista
puede tener una cabeza nuclear o una cabeza bacteriológica y que
numerosos países invierten ingentes cantidades de dinero en armamento
químico y bacteriológico, el ministro Serra explicó que la gente
que toma el sol en las costas españolas puede pensar que no nos
puede pasar nada. «Están en su derecho a pensarlo, pero yo estoy
en el mío de avisarles que un tipo tan inteligente como Unamuno,
en 1935, decía que si hay algo que se ha terminado entre los españoles
es el riesgo a una guerra civil». Serra subrayó que «pensar que
no puede pasar nada no deja de ser una piadosa estúpida idea», y
recordó que el 15% de la humanidad, repartido entre Japón, Estados
Unidos y Europa, consume el 80% de lo que produce el mundo, «lo
que es sin duda un factor de conflicto». En este marco, Eduardo
Serra defiende con vehemencia un aumento del presupuesto militar
que satisfaga las necesidades de unas Fuerzas Armadas que, a partir
del 2002, serán por completo profesionales, compuestas por unos
120.000 soldados.
PROFESIONALES Y ESPÍAS
El ministro rechazó cualquier recelo sobre
ese Ejército profesional, que se nutrirá de voluntarios, según estudios
del Ministerio procedentes de las regiones españolas menos desarrolladas,
con mas índice de paro y, sobre todo, con presencia militar. Serán
soldados profesionales con bajo nivel de estudios, pero, señala,
«a uno que le pagas el salario mínimo, ¿de dónde le vas a coger?,
no será fácil que pertenezca a la élite de la Universidad». Eduardo
Serra pasará a la historia como el ministro que condujo el proceso
de profesionalización del Ejército español. (...)
SERRA SE DECLARA DEFENSOR DE LOS GASTOS
MILITARES
La opinión del Sr. Serra (Ministro de
Defensa) no podía ser más aberrante. Defensor acérrimo de los gastos
militares alegando, claro está, nuestra defensa nacional. Pero,
¿alguien puede explicarnos qué defienden?
Nos acechan aún muchos peligros y amenazas,
dice, y es que cuando uno le coge el gusto a lo bueno... , qué difícil
es largarlo así como si tal cosa.
Los grandes señores de Europa abren
la cartera para, en un gesto de envidiable generosidad, engordar
en suculentos beneficios, que define de interés para la integración
europea y defensa nacional. Yo diría que son beneficios
interesantes, en una fiesta privada derecho de admisión.
Sorprendentemente, y con gran orgullo
de Serra y Aznar, entre otros, España adquirió ya su invitación
especial para pertenecer a los gigantes.
Tanto es así que España, junto con Reino
Unido y Alemania, ha conseguido la mayoría de edad con respecto
a EE.UU., quien confía plenamente en que seguirán manteniéndose
firmes ante posibles amenazas. Amenazas de ese 80% de la humanidad
que en ultraje, soborno y fraude soportan día a día el crecimiento
(aumento de gastos militares) de los valores militaristas
que intentan dominar y controlar la producción mundial. Para que,
en cuanto unos, siempre pocos, engordan, otros, muchísimos, mueren
de hambre. Hambre de libertad, de justicia, de independencia, de
diálogo, hambre de solidaridad, hambre de veracidad y coherencia.
Y, ahora, díganos, Sr. Serra ¿defienden
nuestro pan cuando millones de parados, mujeres sin futuro profesional,
jóvenes que aún no han alcanzado su madurez plena para elegir, son
bombardeados y amenazados con no tener otra
alternativa que el ejército?
Siéntase por ello, orgulloso de poseer
cifras, no tan altas como presume, de ingreso a un supuesto ejército
profesional que no es sino el insulto de la pobreza popular sometida.
Desde aquí, Sr. ministro, muy agradecid@s
porque vele usted tan fielmente por nuestra seguridad.
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ESPECIAL:
10 AÑOS DE INSUMISIÓN-30 AÑOS DE DESOBEDIENCIA
DICTADURA FRANQUISTA-PRIMEROS OBJETORES
Es a principios de los años 60 cuando
en España se dan los primeros casos de objeción de conciencia.
Se trataba de personas Testigos de Jehová, cuya objeción se debía
a razones exclusivamente religiosas.
En el año 70 el primer objetor de conciencia
por razones políticas fue Pepe Beunza, cuyo encarcelamiento produjo
una serie de protestas nacionales que culminan con la marcha internacional
a la cárcel de Valencia, la cual dio resonancia y publicidad a una
lucha política que hasta entonces apenas se había conocido. Este
año 70, impulsado por la ley de libertad religiosa y las conclusiones
del Concilio Vaticano II, el gobierno remite a las Cortes un proyecto
de ley, reguladora de la objeción de conciencia por razones religiosas.
Por primera vez en la historia de la dictadura, las Cortes Orgánicas
rechazan un proyecto de ley del gobierno (la comisión encargada
del tema califica a los objetores de psicópatas y traidores). Siguen
dándose casos de objetores que son represaliados. La Reforma del
código militar del 73 tipifica el delito de negativa a la prestación
del servicio militar con una condena de 3 a 8 años.
En el 74 se presenta al gobierno un
Proyecto de Voluntariado para el Desarrollo avalado
por la firma de 1.250 jóvenes que se declaraban dispuestos para
realizarlo. Pese a no haber una respuesta oficial, algunos de estos
jóvenes que se encontraban ante la inminencia de hacer la mili,
inician unos servicios civiles de forma autogestionada en Barcelona,
haciéndolo público mediante un manifiesto que se lee en varias iglesias
en la nochebuena del 75. Las detenciones no se hacen esperar, pero
el intento anima a otra gente y se crean grupos de voluntariado
en Bilbao, Madrid,... Se empiezan a establecer contactos entre objetores
de distintas zonas y también con el extranjero, a través de la Internacional
de Resistentes a la Guerra (I.R.G.) con sede en Londres.
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DEMOCRACIA
- CREACIÓN DEL MOC
En el año 76, el gobierno promulga un
decreto por el que se reconoce la objeción de conciencia de carácter
religioso, pero los grupos de voluntariado que se reunían por entonces
no se reconocen en este decreto, decidiendo en Abril del 77, no
acogerse a él. Esta asamblea tiene como consecuencia el nacimiento
de un nuevo grupo: El Movimiento de Objeción de Conciencia.
En el 77 se da la amnistía política
y todos los objetores, son puestos en libertad. El ministro de defensa,
Gutiérrez Mellado, dicta una orden de régimen interno por la que
se concede una prórroga especial llamada de cuarta clase, a todo
aquel que se manifieste objetor, dejándolo en situación de incorporación
aplazada a la espera de una ley que regule su situación. Esta orden
es también de aplicación a aquellos que hayan empezado el servicio
militar; salvo en caso de mandos intermedios reacios a aceptar esa
orden; durante unos años deja de haber objetores presos en España.
Mientras tanto, el MOC va aumentando,
acogiendo de una forma asamblearia a grupos de todas las zonas.
El MOC comienza a estudiar su postura respecto al servicio civil
y sus métodos de acción. En cuanto a la orientación, hubo dos posturas,
una por una organización de objetores tipo sindicato, la cual buscaba
la obtención de una ley y una mejora; y la otra, por una organización
antimilitarista donde se apuesta por una línea de oposición tanto
al servicio militar como al civil.
El 25 de agosto de 1979 se inicia en
Landa el primer congreso del MOC que deberá decidir sobre estos
temas, llegando mediante consenso a la declaración donde el MOC
se define como antimilitarista y asume la estrategia noviolenta.
El antimilitarismo es un planteamiento de lucha revolucionaria que
se enfrenta a la estructura militar en sí misma, a la estructura
de defensa militar (la carrera armamentística, etc.). El antimilitarismo
tiene como objetivo dejar el campo libre para que se pueda desarrollar
todo tipo de alternativas no represivas, rechazando el actual sistema
de defensa armada, proponiendo como alternativa global la
defensa popular noviolenta. El MOC abre nuevos campos de trabajo,
destacando especialmente educación para la paz, crítica del juguete
bélico y sexista, análisis de las relaciones entre la dominación
de la mujer y el militarismo y el estudio de los gastos militares,
mientras mantiene la lucha contra el servicio militar y las relaciones
internacionales (OTAN...).
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GOBIERNOS
SOCIALISTAS-INICIO DE LA INSUMISIÓN
Cuando en el 82 el PSOE llega al gobierno
se abren esperanzas de cambio en muchos sectores de la sociedad.
Sobre la objeción de conciencia las expectativas se basaban en la
receptividad que había mostrado el grupo socialista a nuestras propuestas,
pero a finales del 83 algo había cambiado, pero a peor. El gobierno
no está dispuesto a admitir el derecho a la objeción de conciencia
como un derecho fundamental de la persona, sino como una simple
causa más de exención del servicio militar obligatorio, causa que
por otra parte les interesa controlar al máximo. Por esto y por
otros datos aportados por las muchas entrevistas y contactos que
se tienen entonces con representantes del gobierno, hace que la
preocupación se extienda. El MOC prepara la estrategia de lucha
y ésta se concreta en tres fases:
1. Difusión e información de nuestra
postura.
2. Boicot de la previsible ley y
3. Desobediencia Civil colectiva si se llega a poner en marcha
dicha ley.
Se convocan a asamblea a todos los objetores
con incorporación aplazada. El proceso desemboca en un manifiesto
de rechazo público al proyecto de ley. Algunos de los puntos de
este manifiesto fueron: imposición de una prestación social sustitutoria
que es concebida como un castigo, destrucción de puestos de trabajo
que podrían ser ocupados por gente en paro, etc.
El 28-12-84 (simbólica fecha) la ley
aparece en el B.O.E. Los objetores no aceptan esta ley y se entra
en la segunda fase de la estrategia, el boicot de la ley.
El 15-5-85, Día Internacional de la
Objeción de Conciencia, es la fecha elegida para la primera entrega
de Declaraciones Colectivas de objeción, presentándose en toda España
un total de 1.784, 3 días después de esa presentación pública aparece
publicado en el B.O.E. la segunda sentencia del Tribunal Constitucional,
en la que se trataba el tema de la objeción que se puede resumir
en esta frase: La Objeción de Conciencia es un derecho fundamental.
El 4-7-85, el Consejo Nacional de Objeción
de Conciencia (C.N.O.C) reconoce como objetores a quienes presenten
la Declaración Colectiva del M.O.C.
El 20-1-88, las declaraciones colectivas
llegaron a ser 9.368. El gobierno no puede hacer nada para evitar
el aumento de la objeción. Pese a evitar toda publicidad, el derecho
sobre la objeción se va conociendo gracias al M.O.C. Los plazos
para poner en marcha la prestación social sustitutoria se incumplen.
Con Odriozola y Lauzinca vuelve a haber en España objetores
presos. El M.O.C. ve la necesidad de una profundización y clarificación
ideológica.
Se llega así al segundo congreso del
M.O.C. que se celebra en Mayo del 86, como resultado adopta una
Declaración Ideológica cuyo fundamento es la opción por la INSUMISIÓN.
Enero del 88: el gobierno publica el
reglamento de la prestación social sustitutoria (P.S.S.). Se dejan
de aceptar las declaraciones colectivas sin dar explicaciones; se
publica la incorporación a la P.S.S de 20.000 objetores, a razón
de 2.500 por año. Pero el gobierno se encuentra con la falta de
organizaciones dispuestas a colaborar con él acogiendo a objetores,
teniendo que acudir a organismos oficiales (Inserso, Once, Cruz
Roja,...)
En el verano del 88 el M.O.C. convoca
asambleas extraordinarias para analizar y discutir a fondo
los pasos a dar. La primera presentación de insumisos fue el 20-2-89,
cuyo décimo aniversario celebramos. Este día se presentaran 57 insumisos
ante los jueces militares dispuestos a ir a la cárcel. Sólo detienen
a 11. La Insumisión, la fase de desobediencia civil de esta lucha
que comenzó en 1970 está en la calle y desafía abiertamente al gobierno.
2 meses después tiene lugar una segunda presentación de 60 insumisos
con sólo dos detenciones. Estas detenciones se producían de manera
arbitraria, pues todos se encontraban en la misma situación. Comportamiento
que daba la pauta a la posterior conducta de los poderes represores
la represión selectiva. El primer llamamiento a realizar
la P.S.S. fue en abril. Varios días después se presentaron los primeros
insumisos a ésta en Barcelona.
Frente a esta campaña el gobierno optó
por evitarse problemas y concedió, el 1-12-89, una amnistía
encubierta a 21.490 objetores antiguos, pretendiendo eliminar a
un gran número de insumisos y desactivar la campaña de Insumisión.
Muchos de estos amnistiados hicieron reobjeción (renuncia a la condición
legal de objetor), con lo que volvían a estar en disponibilidad
de desobedecer.
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LA REPRESIÓN
El primer juicio militar contra insumisos
se celebró el 16-11-89. El 3-12-90, un nuevo juicio militar a Antonio
Molina que fue condenado a 5 meses. Con esto la institución del
ejército sufre un profundo desprestigio; el Ministerio de Defensa
optó por la represión selectiva pues hasta el 12 del 91 solo se
celebraron 13 consejos de guerra cuando por esas fechas se habían
declarado más de 1.200 insumisos al servicio militar.
En 1.989, sólo 31 insumisos resultaron
detenidos y su estancia media en prisión, a la espera de juicio,
se redujo a 18 días. Su libertad provisional era solicitada por
el propio ejército a través de los fiscales militares. En total,
más de un centenar de insumisos pasó por las cárceles militares
en régimen de prisión preventiva; la mayoría de ellos por negarse
a comparecer a las citaciones militares. En estos centros se les
procuraba mantener distanciados de los otros reclusos, muchos de
los cuales eran desertores. En cuanto a las condenas sólo uno cumplió
su sentencia en prisión militar, las demás se realizaron posteriormente
en cárceles civiles.
A principios de Mayo, varios insumisos
al servicio militar, encerrados en la prisión de Alcalá de Henares,
comenzaron una huelga de hambre que motivó su traslado al Hospital
Gómez Ulla. Una vez allí continuaron con la huelga y fueron liberados
en cadena.
El primer juicio por Insumisión a la
P.S.S. fue el 21-1-91 en Albacete, contra 6 insumisos condenados
cada uno a la pena mínima establecida por la ley (2 años 4 meses
y un día). El proceso de judicialización se ponía en marcha, aunque
también de forma limitada y selectiva. Durante el 91 sólo fueron
juzgados 15 insumisos a la P.S.S. Por medio de la ley del
S.M. del 91, los casos de Insumisión pasaron a la jurisdicción civil.
Mientras el código penal militar fijaba la pena mínima en 1 año
el código civil establecía penas mas altas para los dos tipos de
Insumisión (a la mili y a la PSS), de 2-4-1 hasta 6 años. De esta
forma, el ejército se lavaba las manos pretendiendo dar una imagen
de inocencia frente a la represión de los insumisos. En la judicatura
civil se producen contradicciones. Numerosos jueces, contraviniendo
la propia ley empiezan a dictar condenas inferiores a un año y un
día, para conseguir la suspensión de condena y evitar la entrada
en prisión de los insumisos a la mili y a la PSS. Algunos incluso
dictaron absoluciones, la primera fue la del insumiso Iñaki Arredondo
en Marzo del 92.
Durante 1.992 se celebraron 107 juicios,
al 65% de los condenados se le impuso una pena de 1 año o inferior.
A lo largo de los tres primeros meses del 93 tuvieron lugar 108
juicios, el 77% igual, con penas de 1 año o inferiores. De esta
manera se producía un curioso fenómeno que entre los colectivos
antimilitaristas se denominaba lotería de condenas,
la cual traducía la confusión que en el seno del poder judicial
estaba creando la obligación de aplicar unas leyes tan represivas
como las que castigaban a la Insumisión.
Pero la represión selectiva verdadera
se podía descubrir claramente en el ritmo de denuncias de la administración,
ritmo que venía dictado por criterios de conveniencia política.
Es interesante el caso de la administración civil y en concreto
el proceso de denuncias contra los insumisos a la PSS incoado por
la Dirección General de Objeción de Conciencia. En el Informe sobre
la PSS, un documento interno de la antigua O.P.S.O.C (Oficina para
la Prestación Social de los Objetores de Conciencia) aparece registrado
el ritmo de denuncias tramitadas por no incorporaciones entre los
años 1989 y 1993. En este documento podemos observar que la Oficina
denunció a muchos más insumisos durante 1989 y 1990 que en los años
posteriores, cuando el número de desobedientes empezaba a crecer.
Debido a la diversidad de sentencias
que dictaban los jueces en el 92 algunos insumisos de Navarra empiezan
a renunciar a la remisión condicional, beneficio que se otorgaba
a los que tenían condenas de cárcel inferiores a 1 año y un día,
suponiendo la suspensión de la condena y evitando el ingreso
en prisión. Esta actitud, que respondía a criterios de solidaridad
con sus compañeros represaliados, según el lema: o todos o
ninguno, acarreaba el cumplimiento íntegro de las penas de
prisión. Poco después, el MOC defenderá esta forma de desobediencia
que se fue difundiendo por todo el Estado.
A finales de junio del 93, los 28 insumisos
presos en la cárcel de Iruña iniciaron una huelga de hambre de una
semana que se convirtió en un verdadero acontecimiento para la ciudad.
Poco después, la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de
Nafarroa se posicionaba en contra del encarcelamiento de los presos
de conciencia.
En Julio del 93 había 58 insumisos en
las cárceles del estado español. A principios de Agosto, el
ministro de justicia Belloch anuncia una reforma del Reglamento
Penitenciario por la cual se procedía a la calificación en tercer
grado de los insumisos (acudir a la prisión sólo a dormir), entre
otros colectivos de presos. Con esta medida el gobierno pretendía
difundir el mensaje de que todos los insumisos ya estaban en la
calle, al paso que seguían reprimiéndolos con penas de cárcel.
El argumento de cara a la opinión pública
era que los disidentes antimilitaristas serían encerrados en centros
de inserción, refiriéndose a cárceles vulgares y corrientes.
Precisamente por su efecto publicitario, la medida tendía a aligerar
el coste político de la represión, posibilitando una extensión de
la misma, siendo eso lo que ocurrió; a partir de ese momento aumenta
la frecuencia de juicios y encarcelamientos. Así, de los 58 presos
del 93 se pasa a 188 (65 en 2º grado y 122 en 3º) en un año. La
primera reacción del Movimiento ante esta estrategia de represión
de baja intensidad fue la campaña de desobediencia al 3º grado,
llamada también El Plante .
En 1993 tuvo lugar la primera presentación
de insumisos que se negaba de manera colectiva al tercer grado,
habiendo dejado de asistir a la prisión desde la víspera; la consecuencia
inmediata y segura de esta acción era la recalificación automática
en 2º grado y la probable, que posteriormente se daría en algunos
casos, nueva acusación por quebrantamiento de condena con penas
adicionales de cárcel. Apoyados por el M.O.C, en esta acción coordinada
participaron 45 insumisos de todo el Estado.
En 1994 la represión adquirió características
especiales. En Abril, 46 insumisos de Iruña realizaron una nueva
huelga de hambre limitada con el manifiesto No des de comer
a los ejércitos. A principios de Septiembre, se produjo la
dispersión de 8 insumisos, aislándolos de su entorno familiar y
social; la medida de castigo estaba directamente relacionada con
las actividades de protesta por las condiciones carcelarias, malos
tratos, etc., de las que eran víctimas los presos de Iruña.
Otra huelga de hambre fue realizada
por los presos de Iruña y Zaragoza, de 20 días de duración, para
denunciar el carácter militarista y autoritario del sistema penitenciario
y, en concreto la dispersión de los 8 insumisos con el lema anterior
y para llamar la atención de la sociedad sobre la problemática que
planteaba la Insumisión con su actitud desobediente.
Durante los años siguientes continuaron
los plantes. El número de presos continuó aumentando hasta niveles
inimaginables, en un país que se denomina democrático y respetuoso
de los Derechos Humanos. Según datos del MOC, el récord de Insumisos
se dio en 1996, con 348 presos, 54 en segundo grado, este número
se ha mantenido estable, tendiendo a decrecer. Así, todavía en marzo
de 1998 Instituciones Penitenciarias daba la cifra de 60 Insumisos
encarcelados.
Con la aprobación, a finales del 95
del nuevo código penal, el llamado código de la democracia,
la represión adopta un carácter más sutil y más efectivo: atentar
directamente contra los medios de vida, trabajo y estudio. Se trataba
de marginarlos recurriendo a penas de inhabilitación absoluta: de
10 a 14 años para los insumisos a la mili, más penas de cárcel;
y 8 a 12 años para los insumisos a la PSS, más multas que podían
llegar a los 35 millones. Pero cabe observar, que el efecto disuasorio
de tales penas ha dejado mucho que desear, como lo demuestra el
constante aumento de insumisos durante los últimos años.
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PP - EJÉRCITO
PROFESIONAL-INSUMISIÓN EN LOS CUARTELES: SEGUIMOS DESOBEDECIENDO
Ante el anuncio de profesionalización
del ejército por parte del nuevo gobierno del PP, otra campaña de
desobediencia comenzó hace poco más de dos años, la llamada Insumisión
en los Cuarteles. En marzo de 1997 se presentan públicamente en
Madrid varios insumisos que habían desertado mientras hacían la
mili. Estos nuevos insumisos se enfrentan nuevamente a penas de
cárcel por deserción y consejos de guerra.
Hasta el momento han sido 23 los que
han desertado de los cuarteles. Tres cumplen condena firme: Plácido
Fernández, insumiso del MOC y Elías Rozas y Ramiro Paz de la ANOC
(Asamblea Nacionalista Galega), colectivo que, junto al MOC ha venido
impulsando esta campaña de desobediencia.
El 20 de febrero del 99, coincidiendo
con el 10º Aniversario de la Insumisión es detenido Javier Gómez
Sánchez, insumiso a los cuarteles, en una acción noviolenta. Javier
se incorporó a filas el 17 de febrero de 1997 en el cuartel de Araca
(Vitoria), dos días después abandonó dicho cuartel declarándose
públicamente insumiso a los cuarteles. Tras realizar diversas acciones
noviolentas, para denunciar el elevado gasto militar y la profesionalización
del ejército, fue juzgado en consejo de guerra el 25 de febrero
de 1998 en La Coruña. Fue condenado a 2 años, 4 meses y un día que
cumplirá en la prisión militar de Alcalá de Henares, donde actualmente
se encuentra, junto con otro insumiso cuartelero, Rafael
Fernández, quien está en situación de preventivo. Más insumisos
cuarteleros tienen ya condena después de sus consejos de guerra,
además de anunciarse más juicios militares por deserción (el día
18 de Marzo, en Madrid, será el de Miguel Burón). Pero a pesar de
ello nuevos jóvenes desertan de sus cuarteles.
Una vez eliminado el servicio militar,
el gobierno apuesta por el ejército profesional, ¿LO CONSEGUIRÁN?.
En un artículo de El País del 11-2-99 vemos la gran cantidad
de aspirantes que optan por ingresar en las fuerzas armadas:
en la primera convocatoria de este año se ha obtenido una proporción
de 2,6 candidatos por plaza, cuando la mínima es de 3 aspirantes
por plaza. Ni el aumento de plazas, ni la masiva campaña publicitaria
de 7 meses, donde se han invertido 1.600 MILLONES, ha logrado
captar a los adeptos necesarios. En abril, se pretende lanzar otra
campaña con un presupuesto de 1950 millones. Para llegar a los 3
aspirantes por puesto necesitan 66.000 candidatos, ¿DE DÓNDE LOS
SACARÁN?.
Una de las estrategias del Ministerio
de Defensa es la captación de jóvenes en edad escolar. Para ello
han iniciado una campaña de propaganda de cara a conseguir reclutas
entre esta población y lograr que la sociedad española comprenda
y apoye con mayor intensidad la tarea de mantener un dispositivo
de defensa adaptado a las necesidades e intereses españoles y, para
ello utilizan los centros educativos en los que está la carne de
cañón de cara a un ingreso en el ejército profesional. Pero no les
va a ser tan fácil. Por todo esto nace, como respuesta la
Campaña contra la Militarización de la Escuela, en 1997.
Hoy en día el Estado Español figura
como quinto exportador de armas a nivel mundial. Los 12.000 millones
de pesetas en misiles aire-tierra a Turquía son un dato elocuente.
Ante esto el Movimiento Antimilitarista promueve también la Objeción
Fiscal para construir un mundo desmilitarizado y en paz. Un mundo
justo y libre de guerras y ejércitos.
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